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¿Comida rápida o comida tradicional?

18-11-2013
En la actualidad disponemos de comida rápida en casi cualquier lugar, momento y a un precio muy económico, lo cual hace que muchas personas lo elijan para saciar su apetito de manera rápida por la falta de tiempo.

Este tipo de comida aporta sabores muy intensos y una cantidad elevada de sal que enganchan y estimulan el apetito. Además, la rapidez con la que se consumen estos productos es muy negativa, ya que al comer deprisa no se deja tiempo suficiente para que la sensación de saciedad llegue al estómago por lo que con frecuencia se tiende a consumir grandes cantidades de comida. Por otro lado, puesto que apenas requieren masticación, y debido a sus altos aportes de grasa, el proceso de digestión se ve dificultado.

Con el paso del tiempo se han ido perdiendo muchas costumbres alimentarias saludables, sobre todo debido a esa falta de tiempo de la actualidad, pero que con un poco de interés se pueden recuperar.


Entre ellas está el consumo de platos completos y nutritivos con legumbres como ingrediente principal, que no requiere mucho tiempo de elaboración si se emplea una olla a presión. Acompañados de verdura o ensalada, forman un menú completo y muy nutritivo. Una solución es cocinar un mayor número de raciones y mantenerlas en congelación hasta su consumo.

En cuanto a segundos platos cada vez se tiende más a consumir precocinados y cuando se elaboran en casa, suelen prepararse casi siempre a la plancha o fritos por ser las opciones más rápidas y sencillas. Conviene fomentar el consumo de preparaciones caseras elaboradas con ingredientes saludables como los tradicionales guisos. Esta preparación no implica un exceso de grasa si se elabora con poco aceite. Es por ejemplo el caso de un pollo a la hortelana, sin la piel, elaborado con un rehogado de verduras, o del pescado en salsa verde con guisantes y verduritas, etc.

Los postres tradicionales de fruta fresca y lácteos son la mejor opción para consumir a diario.

Los beneficios que aporta esta comida tradicional son:

La buena masticación de los alimentos para favorecer la digestión.
Fomentar la educación del sentido del gusto ya que al no abusar de sabores tan intensos, se aprecian los sabores naturales de la comida tradicional.
La calidad nutritiva de los menús es mejor, aunque el precio supera al de la comida rápida.
Favorece entablar relaciones sociales con otras personas alrededor de la mesa al comer de forma distendida y sin prisas.
Por todo ello, la comida tradicional siempre debe prevalecer respecto a la rápida, aunque cabe decir, que esta última se puede consumir de manera ocasional (1 o 2 veces al mes). Desde el servicio de asesoramiento ESTELA apostamos por la alimentación saludable, con dietas elaboradas con platos tradicionales a la vez que sencillos y con productos de temporada y de cada región.